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 Julio I. González Montañés ©

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Teatro en los colegios benedictinos

 

 

 

  No fue la orden benedictina muy propensa a las representaciones teatrales, que cuadraban mal con el espíritu de la regla del fundador San Benito y su ideal monástico de Ora et labora. Sin embargo, andando el tiempo, los benedictinos acabaron regentando Colegios de Artes y Universidades, tanto en España como en el resto de Europa, y se vieron contagiados por la moda del teatro escolar que se practicaba desde el siglo XVI, con notable éxito, en las aulas universitarias y en los colegios de los jesuitas.

 

  En las Universidades benedictinas germanas de Salzburgo y Einsiedeln, por ejemplo, consta la existencia de representaciones escolares en latín copiadas de los jesuitas como la Pietas Victrix o el Bellum Grammaticale, y autores benedictinos escribieron adaptaciones como el Bellum Rhetoricum inter Longinum et Brevinum..., representado por primera vez en 1696 probablemente en Salzburgo.

 

  La intención de estas representaciones, como en el teatro universitario y el jesuita, era edificante y de ejercicio literario y retórico para alumnos y profesores. El Bellum Grammaticale [=Guerra de la Gramática], obra del humanista italiano Andrea Guarna (1511), es un buen ejemplo de una pieza didáctica que inspiró tanto a los luteranos y anglicanos como a los jesuitas, benedictinos y escolapios, para componer adaptaciones de la farsa que se representaron en los colegios, con la doble intención de ejercitar y demostrar el domino del latín de sus alumnos, y criticar la ignorancia de la lengua latina de quienes no pasaban por sus aulas. 

 

  En el caso hispano, aunque las Constituciones de la Congregación de nuestro glorioso Padre San Benito… (cap. 43 nº 10 y cap. 57, nº 79) prohibían desde principios del siglo XVII: "en virtud de santa obediencia, y pena de privacion de Colegio à los Colegiales, que no hagan comedias, ni disfrazes, en ninguno de los Colegios de la Congregacion", hay algunas noticias de representaciones teatrales a cargo de estudiantes, y de novicias y monjas en los conventos femeninos de la orden. 

 

  Ciñéndonos a Galicia, sabemos que a principios del siglo XVII en el colegio de Teología y Filosofía del monasterio benedictino de San Julián de Samos (Lugo), el abad Claudio de Tenorio Gutiérrez (1601-1604) permitió a los estudiantes hacer una representación teatral con disfraces, lo cual provocó una sanción de los visitadores aunque el Capítulo privado o general de 1603, celebrado en San Juan de Burgos, "usando misericordia", rebajó las penas impuestas a los implicados .

 

  Sabemos así mismo que en el convento femenino compostelano de San Paio de Antealtares las alumnas internas representaban comedias en el siglo XVII , lo que no gustaba a los visitadores, y que en alguna ocasión (1652) comediantes profesionales representaron en la iglesia o en la portería del convento . Se conserva en el archivo del monasterio, en un cuadernillo de 38 páginas dado a conocer por Enriqueta López Morán (cf. Foto), el texto manuscrito de una de las obras probablemente representadas por las internas. Se trata de la tragedia de 1623 La Estrella de Sevilla, atribuida a Andrés de Claramonte (y también a Lope de Vega, ya que se inspira en su obra La Niña de Plata), obra que narra los amores del rey Sancho IV el Bravo por una dama sevillana llamada doña Estrella de Tabera y su decisión de conseguirla pasando por encima de quien se opusiese, lo cual deviene en una crítica del abuso de poder y del absolutismo tiránico. Sin embargo, el título del manuscrito de Antealtares (Don Sancho Ortiz de las Roelas), y el texto del mismo, demuestran que se trata de la versión arreglada hacia 1785 por Cándido María Trigueros (impresa por primera vez en 1800), lo cual coloca a la posible representación fuera de los límites cronológicos de este estudio pero prueba la pervivencia de las representaciones teatrales en el cenobio hasta finales del siglo XVIII o principios del XIX.

 

  También consta que en el convento monfortino de San Vicente do Pino se hicieron algunas representaciones de comedias y entremeses en el claustro, en el marco de las fiestas del Rosario (1620), aunque parece que en este caso los benedictinos se limitaron a ceder el recinto pero no fueron ellos los organizadores

 

  Sí consta la existencia de representaciones, y se conservan los textos y los títulos de algunas de las obras representadas, en el monasterio ourensano de Santo Estevo de Ribas del Sil, que fue Colegio de Artes desde 1530 y Real Colegio de Artes entre 1588 y la exclaustración de 1875.

 

  Aunque en 1711 Fray Pedro Magaña prohibió las representaciones teatrales en Santo Estevo, y en 1714 el visitador Fray Juan Bautista Lardit recordó a los colegiales la prohibición [1], sabemos que hacia 1717 se representaron en el Colegio de Ribas de Sil tres comedias muy conocidas del siglo XVII: El poder de la amistad y No puede ser guardar una mujer de Agustín Moreto, y El catalán Serrallonga y Vandos de Barcelona, obra conjunta de Antonio Coello, Francisco de Rojas Zorrilla y Luis Vélez de Guevara. Por las mismas fechas se representaron también en el cenobio tres Loas del colegial asturiano Fray Isidoro Colloto y González que se conservan manuscritas en la Biblioteca de la Universidad de Santiago (Ms. 456): Loa a la bienvenida de NMRPM Fr. Miguel Ximenez y Barranco (1715), Loa a la despedida de el Collegio e introducción a las tres comedias famosas: El poder de la amistad... (ca. 1717) y Loa a los años de Fray Miguel Ximenez de Barranco Abbad del real Collegio de San Esteban (ca. 1717) .

 

  También debieron de representarse comedias en el primer tercio del siglo XVIII en el cenobio pontevedrés de San Salvador de Lérez , que fue colegio desde 1657 y Colegio de Artes desde 1661. En el acta de la visita de 2 de abril de 1731 el visitador escribe: "Y así mismo, reconvenimos al padre abbad, con el precepto y penas de la ley, para que no permita se hagan comedias…", y el visitador de 1738 reitera la reconvención, lo cual parece indicar que el teatro debió de ser algo habitual en el colegio de Lérez. Evidentemente, podría pensarse que se trata simplemente de un tópico condenatorio preventivo, pero la condena no aparece en las visitas de otros centros gallegos como Celanova, Lourenzá o Poio, y sí en los de Ribas de Sil y Antealtares en los que tenemos noticias de otras fuentes que confirman la existencia en ellos de representaciones teatrales.

 

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[1] "Otrosí, para que los padres collegiales mejor asistan a lo que es de su obligazión y no se distraigan a otras cosas, reconvenimos con lo que la Constitución dispone al capítulo 57, número 79, que prohíbe todo género de disfrazes y comedias con precepto formal y privazión del collegio que indefectiblemente executaremos con el que halláremos contravenir a dicha Constitución”.

 

 

 

 

 

 

 

Iglesia de San Paio de Antealtares (Santiago)

 

 

 

Ms. de la tragedia Don Sancho Ortiz de las Roelas, probablemente representada en el convento de S. Paio de Antealtares

 

 

Claustro de San Vicente do Pino (Monforte)

 

Claustro dos cabaleiros del monasterio de Ribas de Sil, probable escenario de las representaciones teatrales

 

 

 

Monasterio de San Salvador de Lérez

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